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El Mesías de Dune - Frank Herbert


Sinopsis
El mesías de Dune es la continuación de Dune que había sido escrita en 1964. Frank Herbert continua la historia de Paul-Muad'dib, el joven heredero al Ducado de la Casa Atreides. Han pasado doce años, gracias a su victoria en la Batalla de Arrakeen ha tomado el control del Imperio del millón de Mundos de las manos del Emperador Shaddam IV de la Casa Corrino, y se han librado dos cruzadas en los mundos del imperio para extender la religión Fremen.

Conspiraciones
Paul es el emperador hace más de una década. Se ha valido de la fuerza y la religión para extender su influencia y sofocar los focos de rebelión. Pero sus enemigos pueden estar más cerca de lo que él cree... o sus enemigos no saben que los tiene más cerca para vigilarlos.
En una reunión secreta con representantes de los grupos opositores se fijan las bases para acabar con Muad'dib. En la reunión están presentes Mohian, la Bene Gesserit; Edric, un navegante de la Cofradía; Scytale, un Danzarín Rostro (o metamorfo) tleilaxu; y por último Irulan, la esposa de Paul, que lo es solo de nombre. Todos quieren ver a Muad'dib destruido, pero la Reverenda Madre quieren también que tenga un hijo con Irulan, ya que Paul todavía no tiene heredero. Parte del plan consiste en envenenar su mente mediante un regalo inesperado. Se trata de un golah, una persona que estuvo muerta, pero que su carne fue preservada y su mente reprogramada con un nuevo propósito. El cuerpo pertenecía a Duncan Idaho, el viejo amigo de Paul.

—Nuestra conspiración necesita una palanca —dijo Scytale. —Somos más que conspiradores —hizo notar la Reverenda Madre. —Oh, sí —admitió Scytale—. Somos enérgicos y aprendemos rápido. Lo cual hace de nosotros la verdadera esperanza, la salvación cierta de la humanidad —hablaba en el tono firme de la absoluta convicción, lo cual para un tleilaxu correspondía quizá al último grado de la ironía más absoluta.

Hitler del espacio
En realidad, Muad'dib no necesita que le llenen la cabeza. Su capacidad para ver las posibilidades del futuro lo llevan muy cerca de la locura. A construido un presente que detesta. Miles de millones en la galaxia han sido asesinados bajo su nombre y hasta se compara con Hitler. Pero él no lo hace por la gloria o el poder. Lo que ha construido es, o espera que sea, el presente menos dañino de todos los que ha visto.
Su poder no es omnisiente y su carga es pesada. La duda lo carcome, y la reaparición de Duncan como un golah llamado Hayt parecen empujarlo hacia las arenas movedizas.

¿Era posible, se preguntó, que el oráculo no dijera el futuro? ¿Era posible que el oráculo hiciera el futuro? ¿Había expuesto él su vida en algún tipo de tela de araña de posibilidades, atrapado en aquella antigua consciencia, víctima de un futuro-araña que ahora avanzaba hacia él haciendo chasquear sus terribles mandíbulas?

Mientras tanto su hermana Alia ya tiene 15 años. Sus cualidades únicas la convirtieron en el centro (o uno de los centros si contamos también a Muad'dib) de una nueva religión. Ella es Santa Alia la del Cuchillo, y los feligreses de toda la galaxia acuden a su templo en busca de su visión oracular.
Pero ella, como su hermano, sufre. Y su cuerpo de mujer comienza a tener necesidades propias de su edad...

Opinión
Libro mucho más breve que el anterior, parece centrarse sobre los temas del destino, el derecho y el poder. En especial sobre el mal menor, sobre los grandes crímenes cometidos por un bien mayor o a favor de un mal menor.

—Ambos habéis sido educados para gobernar —dijo él—. Habéis sido condicionados a una avidez extrema de poder. Habéis sido imbuidos con un sutil conocimiento de la política y un profundo conocimiento de los usos de la guerra y del ritual. ¿Ley natural? ¿Qué ley natural? Ese mito ha obsesionado la historia humana. ¡Obsesionado! Es un fantasma. Es insustancial, irreal. ¿Es vuestro Jihad una ley natural?

Paul es un hombre cegado por su propia capacidad de visión. Ha elegido un camino, para él, los suyos y el imperio, y no dejará que nada ni nadie, por más tentador que sea, lo desvié de su rumbo tan meticulosamente planeado... en base a cosas que podrían pasar, o no. La duda está todo el tiempo presente, erosionando su fuerza como el viento del desierto.
Lamenté un poco la brevedad de este libro en comparación con el anterior. Es muy interesante y continúa en la línea de su predecesor. Lo único que no me ha gustado es que posee tres prólgos. El primero es del propio autor, un prefacio donde explica cómo concibió este libro, breve y útil para los que nos gusta saber algo sobre cómo nacen las grandes historias. El segundo, el verdadero prólogo, es un resumen del pasado y un pantallazo de la situación actual. Y el tercero, una especie de interrogatorio a un prisionero político, termina repitiendo buena parte del prólogo propiamente dicho. Me hubiese gustado encontrar o una cosa o la otra, no una repetición de información.

Puntaje:

Otros libros de la saga:
Crónicas de Dune 1: Dune

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