Divagaciones
Hombre Lobo
Licantropía
Monstruos eran los de antes (Parte II): El Hombre Lobo
Introducción
Hoy no
voy a reseñar un libro. En su lugar voy a hablar de los monstruos más
conocidos de la fantasía y el terror, y de cómo lo que simbolizan ha ido
cambiando a través de los años. La idea de esto surgió tras una charla
(o más bien chat) con una amiga, y por opiniones de otra gente que daban
por sentadas cosas sobre vampiros y otras criaturas de la noche (y el
día). No es natural por lo visto que la juventud se ponga a indagar un
poco en el asunto. Algunas miradas no ven más allá de Crepúsculo, y
otras no más allá de True Blood o Anne Rice. Hay que mirar más atrás y
ver lo que le hicimos a estos pobres bichos.
Porque todos en un principio eran monstruos hechos y derechos.
Hoy es el turno del hombre lobo.
El mito: Licaón y antecedentes
Hombre lobo, lobizón, licántropo... al igual que el mito de los vampiros, existe desde tiempos inmemoriales en diferentes culturas, aunque el lobo no siempre es el animal en el que el sujeto se transforma. Las causas también varían: maldición, brujería, contagio, canibalismo, séptimo hijo varón, etc. La mayoría de los mitos apuntan a una transformación en un lobo feroz y/o más grande de lo normal, pero no tanto a un ser mitad hombre mitad bestia. En todos los casos no aparece la mención de la plata como arma definitiva contra los hombres lobo, y la luna tampoco es un factor asociado. Todos estos son elementos posteriores.
La leyenda más antigua y recordada es la de Licaón, aquel rey que intentó alimentar a Zeus con la carne de un niño sacrificado y fue convertido en lobo. Se dice que la maldición se extendió a su progenie.
Mientras que el vampiro representaba el miedo a la oscuridad y el retorno de los muertos, el hombre lobo era el temor al prójimo. Todo buen vecino podía ser en realidad una bestia insaciable dispuesta a devorarnos. El miedo al contagio era más bien secundario, puesto que casi siempre solo había un lobo solitario.
El aporte cultural posterior
La ciencia y la religión fueron aportando su granito de arena cambiando con el tiempo la visión del
hombre lobo. La zoología fue transformando poco a poco la idea de lobo solitario a la de jauría: un grupo de hombres lobo que actúan como familia y cazan juntos. Los aportes religiosos van desde las armas de plata bendecidas hasta la relación del licántropo con el espíritu guía típico de las culturas americanas. Juegos de rol como Hombre Lobo: El Exilio directamente han transformado al hombre lobo en una especie de ser que vive mitad en el mundo material y mitad en el espiritual.
Con todos estos cambios, el hombre lobo se transformó en el símbolo del depredador interno, de la pérdida de control y la furia contenida.
La industria del entretenimiento finalmente dotó a los hombres lobo de la capacidad (con diferentes limitaciones) de transformarse a voluntad y de permanecer conscientes, aunque el instinto domine.
El hombre lobo actual: la mirada femenina
¿Qué es del licántropo actual? Ha caído en manos de la mujer, dejándolo un poco... cambiado. Ha
sido transformado en una representación idílica del macho, un hombre de gran hermosura (musculatura importante, trasero redondito) y testosterona, dotado de un magnetismo animal, un carácter más bien salvaje, aunque noble. El símbolo del macho indomable. Solo que la protagonista lo termina domando. Luego de una atracción digna de espécimenes en celo y unas ingentes cantidades de sexo animal, el hombre lobo/macho elige a la hembra protagonista por encima de su manada, de su libertad animal, etc. Hasta hará intentos de cambiar sus rudos modales por algo da amabilidad, un tosco intento que lo convierte todavía más en un lindo perrito.
Obviamente, en estas historias el amor y la época de apareamiento continúan por siempre, mientras que en la vida real lo más probable es que las mujeres que se sienten atraídas por el macho indomable pierdan el interés por él al poco tiempo de ser domesticado.
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Monstruos eran los de antes (Parte I): El Vampiro
Hoy es el turno del hombre lobo.
Grabado alemán representando un hombre lobo |
El mito: Licaón y antecedentes
Hombre lobo, lobizón, licántropo... al igual que el mito de los vampiros, existe desde tiempos inmemoriales en diferentes culturas, aunque el lobo no siempre es el animal en el que el sujeto se transforma. Las causas también varían: maldición, brujería, contagio, canibalismo, séptimo hijo varón, etc. La mayoría de los mitos apuntan a una transformación en un lobo feroz y/o más grande de lo normal, pero no tanto a un ser mitad hombre mitad bestia. En todos los casos no aparece la mención de la plata como arma definitiva contra los hombres lobo, y la luna tampoco es un factor asociado. Todos estos son elementos posteriores.
La leyenda más antigua y recordada es la de Licaón, aquel rey que intentó alimentar a Zeus con la carne de un niño sacrificado y fue convertido en lobo. Se dice que la maldición se extendió a su progenie.
Mientras que el vampiro representaba el miedo a la oscuridad y el retorno de los muertos, el hombre lobo era el temor al prójimo. Todo buen vecino podía ser en realidad una bestia insaciable dispuesta a devorarnos. El miedo al contagio era más bien secundario, puesto que casi siempre solo había un lobo solitario.
El aporte cultural posterior
La ciencia y la religión fueron aportando su granito de arena cambiando con el tiempo la visión del
hombre lobo. La zoología fue transformando poco a poco la idea de lobo solitario a la de jauría: un grupo de hombres lobo que actúan como familia y cazan juntos. Los aportes religiosos van desde las armas de plata bendecidas hasta la relación del licántropo con el espíritu guía típico de las culturas americanas. Juegos de rol como Hombre Lobo: El Exilio directamente han transformado al hombre lobo en una especie de ser que vive mitad en el mundo material y mitad en el espiritual.
Con todos estos cambios, el hombre lobo se transformó en el símbolo del depredador interno, de la pérdida de control y la furia contenida.
La industria del entretenimiento finalmente dotó a los hombres lobo de la capacidad (con diferentes limitaciones) de transformarse a voluntad y de permanecer conscientes, aunque el instinto domine.
El hombre llama... digo lobo |
¿Qué es del licántropo actual? Ha caído en manos de la mujer, dejándolo un poco... cambiado. Ha
sido transformado en una representación idílica del macho, un hombre de gran hermosura (musculatura importante, trasero redondito) y testosterona, dotado de un magnetismo animal, un carácter más bien salvaje, aunque noble. El símbolo del macho indomable. Solo que la protagonista lo termina domando. Luego de una atracción digna de espécimenes en celo y unas ingentes cantidades de sexo animal, el hombre lobo/macho elige a la hembra protagonista por encima de su manada, de su libertad animal, etc. Hasta hará intentos de cambiar sus rudos modales por algo da amabilidad, un tosco intento que lo convierte todavía más en un lindo perrito.
Obviamente, en estas historias el amor y la época de apareamiento continúan por siempre, mientras que en la vida real lo más probable es que las mujeres que se sienten atraídas por el macho indomable pierdan el interés por él al poco tiempo de ser domesticado.
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