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Trilogía de las Espadas - Michael Moorcock

Introducción
A partir de este momento, dependiendo del caso, en ocasiones voy a empezar a hacer reseñas de toda una saga en una sola entrega. Los motivos pueden ser variados: las novelas son breves, leí un libro detrás del otro, o simplemente es una saga que leí hace tiempo y la recuerdo como un todo.
En esta primer oportunidad comenzaré con la Trilogía de las Espadas de Michael Moorcock. Esta trilogía, al igual que la mayoría de las obras del autor, forman parte de su Multiverso, así que contienen bastantes referencias a otros personajes del autor, como Elric de Melniboné.
La descripción del mundo en que transcurre la historia se repite prácticamente igual en el inicio de cada libro.
En aquellos días había océanos de luz, ciudades en el cielo y salvajes bestias voladoras de bronce. Había manadas de ganado carmesí que bramaban y eran más altas que castillos. Había cosas chillonas y repugnantes que infestaban ríos salvajes. Era un tiempo en que los dioses se manifestaban en nuestro mundo con todos sus atributos; un tiempo de gigantes que caminaban sobre el agua; de duendes sin mente y criaturas deformes que podían ser convocadas por un pensamiento mal calculado y que sólo podían ser alejadas con el dolor de algún terrible sacrificio; un tiempo de magia, fantasmas, naturaleza inestable, sueños frustrados, pesadillas corpóreas.
Era un tiempo rico y oscuro. El tiempo de los Señores de las Espadas. El tiempo en que los Vadhagh y los Nhadragh, enemigos seculares, se extinguían. El tiempo en que el Hombre, esclavo del miedo, emergía sin darse cuenta de que gran parte del terror que experimentaba era consecuencia simplemente de su nacimiento. Era una de las muchas ironías relacionadas con el Hombre (que, en aquellos días, llamaba a su propia especie «Los Mabdén»).
Los Vadhagh y Nhadragh son enemigos a muerte que hace siglos dejaron de pelear. Una última gran batalla dejó a ambos bandos diezmados y desde entonces cada uno se ha dedicado a sus propios asuntos. Los Vadhagh (parecidos a los elfos) se volvieron pensadores de lo abstracto y comenzaron a tener una vida donde cada familia tenía poco contacto con otros miembros de su especie.
Mientras tanto los humanos crecen y se multiplican...

El Caballero de las Espadas

Título original: The Knight of the Swords
Autor: Michael Moorcock
Saga: Trilogía de las Espadas I
Año: 1971
Páginas: 172






Sinopsis
Enviado por su padre a realizar una pesquisa entre sus familiares, es apresado por el conde mabden Glandyth-a-Krae, que le arranca un ojo y le corta una mano. Pero el mago Shool, para cumplir una venganza contra Arioch, el Caballero de las Espadas, le entrega el Ojo de Rhynn y la Mano de Kwll, dos dioses perdidos. Así empieza las fabulosas aventuras de Corum, enfrentándose a la maldición de los Señores de la Espada, luchando a favor de los Señores del Orden y metido en una guerra que está más allá del Tiempo y del Espacio y que, al igual que Corum, no es dueña de su propio Destino.
Corum Jhaelen Irsei
Corum, un Vadhagh que vive con su familia en su castillo, aislados del mundo, es convocado por su padre, el cual está preocupado porque el poder de ver y entrar a los otros 5 planos de la realidad les está resultando cada vez más difícil. Envía a su hijo a ver si sus parientes están sufriendo lo mismo. Corum en su viaje solitario descubre que ya no quedan otros Vadhagh. Están ciendo masacrados sistemáticamente por un grupo de Mabdén. Corum no puede creer que su raza sea aniquilada por unos seres que siempre consideraron como animales. Siguiendo el rastro de los asesinos termina por volver a su castillo para descubrir que su familia también fue asesinada.
Al crear al Hombre, el Universo había traicionado a las razas antiguas.
En un ataque de ira ciega ataca a los Mabdén. Su líder, un ser despreciable llamado Glandyth-a-Krae, lo vence, lo apresa y lo tortura lentamente. Primero le corta la mano y luego le saca un ojo, pero Corum con sus últimas energías se mueve hacia otro plano donde los hunanos no pueden ir. Luego es rescatado por una misteriosa criatura que lo deja en un castillo... humano.
Pero estos Mabdén son diferentes. Lo curan y lo tratan bien y termina enamorándose de la viuda que gobierna el castillo, la margravina Rhalina (si considera a los humanos como animales... ¿no sería zoofilia?)
Poco tiempo después Glandyth logra encontrarlo y ataca el castillo. Un intento desesperado para salvarse hace que Rhalina y Corum terminen en manos de Shool, un hechicero muy poderoso que le propone un trato a Corum. Le implanta el Ojo de Rhynn y la Mano de Kwll para que le robe el corazón a Arioch (Arioco en las traducciones de Elric). Este señor del Caos conocido como el Caballero de las Espadas es quien gobierna 5 de los 15 planos de la Esfera. Los otros 10 planos están gobernados por sus hermanos más poderosos, La Reina y el Rey de las Espadas. Shool también le cuenta a Elric que Glandyth y otros como el están bajo el mando de Arioch, el cual no puede intervenir directamente en el mundo. Al parecer los Vadhagh y los Nhadragh eran hijos del Orden, y no del Caos.
Corum con sus nuevas partes corporales (y los poderes que vienen con ellas) tratará de salvarse a sí mismo y a su novia Mabdén del exterminio.

Opinión
El libro es breve y entretenido. Menos carismático que Elric, Corum es definitivamente bueno pero algo más desdichado. Lo que le juega un poco en contra al libro es la cantidad de veces que se salva por milagros aparentemente arbitrarios. Y las contradicciones como considerar a los humanos como animales y luego enamorarse de uno...
Aunque parezca lo contrario, el libro deja entrever que los señores del Caos no son realmente malvados, sino... caóticos y caprichosos. Destruyen para crear cosas nuevas (que pronto los aburren y vuelven a destruir), detestan todo lo creado por el Orden (ya que limita su capacidad creativa) y siempre buscan nuevas sensaciones... sin importar la moral.
Como casi todos los libros de Moorcock que he leído, dudo si considerar que necesita más extensión y desarrollo o eso sería nefasto.

Puntaje

La Reina de las Espadas

Título original: The Queen of the Swords
Autor: Michael Moorcock
Saga: Trilogía de las Espadas II
Año: 1971
Páginas: 148






Sinopsis
Luego de los sucesos El caballero de las espadas, Corum parece que encuentra paz y que esta envuelve a todo lo que ama. Una tarde mientras Corum y Rhalina regresan al castillo Moidel, descubren con estupor la aparición del Dios Pescador portador de una red gigante. Signo de malos augurios. Al castillo llega un personaje de lo más excéntrico, llamado Jhary, quien les previene de sucesos inquietantes en el reino de los mabdén. Jhary inicia una amistad con el príncipe de la túnica escarlata, y será compañero en el nuevo caos en que se ve envuelto.

Jhary
El cuarto caballero llevaba un sombrero con ala anchísima, un poco ladeado en la cabeza, y adornado con una pluma. Su camisa era de seda natural y sus pantalones rivalizaban con el grana del manto de Córum; una faja amarillo le rodeaba la cintura, cubierta con un cinturón de cuero añejo del que colgaban un sable y un puñal. Las botas le llegaban hasta la rodilla, y la túnica azul marino era tan larga que cubría la grupa del caballo. Un gato blanco y negro se agarraba a su hombro con las alas recogidas. Ronroneaba, y parecía estar muy a gusto. El caballero, de vez en cuando, alzaba el brazo para acariciarle y decirle algunas palabras. Aquel hombre, a veces viajero, a veces poeta, a veces compañero de campeones, era Jhary-a-Conel, y no iba preparado para la guerra.
Aquí es donde la saga se pone un poco más interesante a mi gusto. Jhary es un individuo atípico, que se viste estrafalariamente y se describe como una persona que tiene recuerdos parciales de todas sus encarnaciones pasadas y futuras, y cuya misión es siempre ser el compañero de aventuras del Campeón Eterno, alguien que reencarna una y otra vez con el propósito de equilibrar la Balanza entre el Orden y el Caos. En ese mundo y tiempo, el campeón renacido es obviamente Corum.
Al parecer, la Reina de las Espadas está interviniendo todo lo que puede en ese mundo para vengarse de Corum y sus acciones pasadas. Nuestro héroe se deja guiar por Jhary y se alía al dios del Orden para intentar salvar a aquellos pueblos humanos que todavía defienden el Orden. Corum debe viajar a los planos de La Reina y encontrar ayuda ahí.

Opinión
Un poco más interesante que el anterior, pero en este caso estoy seguro que resulta un tanto corto. El final es interesante pero abrupto, aunque lógico. Aquí se nota totalmente que Corum es un juguete de los dioses y no tiene libertad en sus acciones y destino. Lo manipulan con total descaro pero el acepta su papel lo mejor que puede.
Jhary le da alegría a la historia, y aporta el sentido del humor que hacía falta en el anterior libro. Mención de honor para el amigo o mascota de Jhary... un gato con alas inteligente que salva la situación más de una vez... tal vez demasiado convenientemente. 
Puntaje

El Rey de las Espadas

Título original: The King of the Swords
Autor: Michael Moorcock
Saga: Trilogía de las Espadas III
Año: 1971
Páginas: 176






Sinopsis
Una extraña locura se está apoderando de todos los habitantes del plano. Las mentes se llenan de odio por los seres queridos y es difícil que la gente resista al impulso de matarse entre ellos. Corum y sus amigos buscan al dios del Orden para que les diga qué pueden hacer. La única solución posible es que encuentren a tiempo la ciudad perdida de Tanelorn.

Los Tres que Son Uno
Corum, Jhary y Rhalina se encuentran algo incomunicados del mundo por las nevadas, atípicas para la región. Mientras se preocupan por eso comienzan a surgir disputas y encono entre ellos. Se dan cuenta que algo externo trata de dominar sus mentes, y aunque logran mantenerlo a ralla no saben cuánto van a resistir y no pueden ponerse de acuerdo en ir a buscar ayuda (o constatar si esto pasa en todo el mundo.
Cuando uno de los amigos de Corum les hace una visita que termina siendo un intento de asesinato, se dan cuenta de la gravedad del asunto y bajo los efectos temporarios de una pócima de Jhary para apaciguar el odio, viajan al templo del Orden para buscar consejo. Encuentran la ciudad desierta y al sacerdote moribundo, pero éste se las arregla para invocar al dios.
El Rey de las Espadas está enviando toda su influencia y la de sus subordinados para causar el efecto, y sus tropas están en camino. La única solución es encontrar la ciudad de Tanelorn (aquella que se encuentra en todos los planos aunque siempre sea diferente). Jhary intenta llevar a Corum en una nave que puede viajar entre mundos pero al no saber cómo manejarla terminan separados, perdidos en el tiempo y el espacio.
En un determinado punto de la historia, Corum deberá pedir ayuda a sus otras encarnaciones: Elric y Erekose si quiere derrotar aquello que le impide avanzar.
Un jinete cabalgaba a través de un desierto bajo un cielo ámbar y púrpura. El jinete tenía el pelo blanco como la leche, y le ondeaba por encima de sus hombros. El caballero tenía los ojos rojos y llenos de una salvaje amargura. Su piel era de color blanco hueso. Físicamente, se asemejaba algo a los Vadhagh, pues tenía la misma cara inhumana. Era un albino, totalmente cubierto por una armadura negra y barroca, toda ella revestida de fina y minuciosa artesanía. Portaba un casco alto sobre la cabeza, y una espada negra pendía de su costado.
Opinión
Sin duda el más entretenido, también el más alocado y complejo. La brevedad del libro hace parecer demasiado corto el periplo por el que pasan. Aquellos que no hayan leído alguna de las otras sagas de Moorcock tal vez no disfruten tanto su clímax, pero la historia igualmente es entendible. El final, algo predecible, igual funciona muy bien y tiene su pequeña (gran) sorpresa.
La escena en la que Los Tres que son Uno se juntan... tiene algo de ridícula para la mirada actual, así que recomiendo no imaginarla cinematográficamente.

Puntaje


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